lunes, 22 de octubre de 2012

La ilusión del pensamiento positivo

No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y países por que la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia  como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera así mismo sin quedar "superado". Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y las soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, por que sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por ella.
                                             Albert Einstein.

ALBERT EINSTEIN (Crítica)
Einstein en el texto en cuestión nos dice que de la crisis se pueden rescatar grandes posibilidades para sacar lo mejor de la creatividad humana, puesto que se la propone como un reto que marca el obstáculo por que se consigue la evolución y el progreso de las personas, y por ende es de resaltar en demasía su aspecto positivo en cuanto a lo que significa para las personas, esto es, la crisis debe de ser bienvenida porque significa una posibilidad de progresar y mejorar como personas.
*Pero.- Plantear el tema de la crisis como motor de la creatividad en épocas de decadencia, llama a ponernos previamente reconsiderar cuáles son los verdaderos alcances del despliegue exacto de la terminología empleada en el texto de Einstein, en aras de que la reflexión no quede expuesta a una consideración de un mero ejercicio retórico de insuflar ánimos positivos, que a manera de panacea universal, surgen de una tergiversación de términos, donde se cambia un problema por otro para evadir el objeto del tema en cuestión, esto es, el ser humano.
Las cosas (cosa) como sustrato de la realidad, particularidad del objeto que se enmarca dimensionalmente para poder captarla con las categorías del pensamiento, un fenómeno sobre el que actúa el pensamiento humano, se encuentra dotada, si bien no de una sustancialidad volitiva, sí, en cambio, de un conjunto de posibilidades de comprensión que escapan a una sola perspectiva, esto es, se encuentran múltiples maneras de entender la cosa, conforme a su manifestación, conforme a su posibilidad de captación, etc. Visto de esta manera cabe entender, que el tener un conjunto de apreciaciones de algo, se sobre entiende que en el ámbito de las dimensiones humanas del pensamiento, al estar condicionado por el tiempo y el espacio, las cosas se presentan en su devenir, con lo cual surge la idea de movimiento que implica, por un carácter de necesidad dinámica, de un cambio; y que en contraposición al auspicioso planteamiento del texto, simplemente nos queda por resumir: “LAS COSAS CAMBIAN”, al margen de que las pretendamos o no, al margen de que hagamos lo mismo o no.
En tanto que la crisis, como manifestación de una colisión de los elementos que conforman una unidad de armonía o proyecto ideal de aspiración a realizar, se encuentra explicada como ese necesario obstáculo por el que se sortea el devenir de las cosas. De tal manera que podemos considerarlo como parte intrínseca del desarrollo de las relaciones espirituales que concretizan la interacción humana en realidad. Y si es que extrapolamos su conceptualización (de la crisis), se podría mencionar que cae exactamente en la apreciación de que puede servir como acicate o estímulo de un proyecto o aspiración fracasada. Es decir, la crisis como esa situación que permite una depuración de las capacidades que se cualifican por la consecución de sortear los declives y consolidar estratégicamente las metas, grandes o pequeñas, que retroalimentan el ingenio humano.
Pero, si se tiene en cuenta que como todo desarrollo de una relación, se entiende que ésta, no pasa por un procedimiento monofásico de ser sólo una posibilidad la que se realiza (el logro de una meta), sino que también cabe la posibilidad de ver el otro lado de la orilla, esto es, el fracaso. De esta manera, como bien señala Einstein, si bien una situación de crisis puede sacar lo mejor de la naturaleza humana, al ser esta misma naturaleza humana una inconmensurable cantidad de posibilidades de realización en la que se acumulan tanto aspectos racionales como irracionales, la idea de la aspiración a una meta ideal puede traer grandes y nobles creaciones del espíritu así  como grandes y abruptas atrocidades de la mente, y esto es algo que nos lo dice la historia.
Es en este contexto, que se acrecienta la complejidad, al tener en cuenta la idea de “progreso”, puesto que al ser una idea que subyace como elemento estructurador de muchas ideologías, cabe a plantear serias dudas sobre la idoneidad de su objetividad. Es así, que se entiende al progreso como una linealidad de consagración secuenciada de acrecentamiento de la naturaleza humana, en función al esfuerzo y creatividad con el que se logre solucionar o vencer los obstáculos que surgen del autoconocimiento de la precariedad de la particularidad humana. Propagando una idea de secuencialidad valorativa que se dirige hacia una superioridad espiritual consagrada con lo material, tal como lo representan los grandes avances tecnológicos de todas las ramas de la ciencia.
Pero, si se toma en cuenta la contraposición planteada en el texto crisis – progreso, trae nuevamente a deliberar hasta qué punto pueda realmente ser entendida conforme a la evolución de la humanidad. Puesto que si bien la crisis, visto desde una perspectiva positiva, trae como consecuencia el despliegue de la creatividad, inventiva, los descubrimientos y grandes estrategias, tal pareciera que es un correlato necesario de toda contraposición de lo bueno/malo, conveniente/inconveniente; pero que en aras a un estricto análisis objetivo, se podría pensar que en su aspecto negativo, sirve para una fría, calculada e instrumental depuración de aquello que no sirve, viendo en este aspecto, no sólo la falta de capacidad o incompetencia, sino el ahogo espiritual de posibilidades truncas que infringen el desasosiego y fracaso que se traducen objetivamente en la falta de control social o sensación de desarraigo espiritual.
Visto de esta manera, la mecanicidad con la que plantea el análisis de la crisis y progreso según Einstein, traería a menoscabo eso aquello de lo que tan afanosamente se pretende rescatar: El progreso y el camino al bienestar de la superación, ya que dentro de éstos se encuentran condensados de manera implícita, aspectos tan reveladores de la naturaleza humana como son la natural ansía por la conservación y la supervivencia en el apoyo de la idea del bien (bienestar o interés general), y que inextricablemente van unido a otros como la idea de justicia, libertad, igualdad (como ideales de la ilustración), que traerían a pensar hasta qué punto la idea del auspicioso avance progresista, luego de dos guerras mundiales y de la debacle ecológica en boga, se vea necesariamente complementado con la comprensión de todo el fenómeno humano. Puesto que el problema arrastra tras de sí toda una serie de supuestos que en su momento histórico significaron el cumplimiento del vencimiento del obstáculo de la crisis. Esto es, si por vencer a la crisis se llegó a progresar, ese “progreso” que se consagra como una meta a imitar, no traería tras de sí problemas que de la misma manera que los anteriores (guerras, debacles ecológicas) plantearían a dudar de ese supuesto beneficio del progreso?


jueves, 10 de mayo de 2012

COSMOSIS


Biografía:
El que estemos en lo mismo no implica que seamos iguales

Como acto de precaución ante la mediocridad estandarizada cabe el sugerir el desapasionamiento provisional que consecuentemente será útil en un viraje de nuevas perspecticas, y así captar la diversidad de un nuevo camino.
Así, en el fragor del solemne grito en los tiempos de decadencia, bajo auspìcio de una oscura animadversión, nace el justificado intento de hacer un sincero robo a la falsa pureza de un estandart estilistico de un sonido establecido.
Y es que es tan fácil hacer lo que los demás hacen, que cualquier propuesta aparentemente nueva se ve antecedida de una sospecha de estar nuevamente metido en lo mismo.
Y así, al traernos a mente la promesa de compromiso estandart de una concepción salvífica del límite de una definición, es menester confesar el desprendimiento que configura una visión acrecentada y vigorosa.
Y de esa manera, al tentar las posibilidades de una promesa al olvido forzado de lo facilmente acomodado, ofrecemos la sugerencia del genuino rechazo.
COSMOSIS, entiéndase, "afección funcional en la captación de lo real", como la inciativa de empezar a dudar de aquello que tenemos por sumamente elevado y consagrado a través de los tiempos.
Estilo-influencia-objetivo.- Visto el despliegue del ánimo, en el inicio de la empresa se nos presenta la acuciante necesidad de la pregunta por la necesidad de fijar límites exactos ante los estilos establecidos.
Pero, ¿es necesario anteponerlo?, ¿no se recurre a lo mismo?, ¿no es la música la puerta donde el espíritu atraviesa las dimensiones de nuestras emociones?, ¿a qué nos llevaría aquella recurrente ilusión?, ¿es la afirmación de lo mismo, una aceptación de la mediocridad?, ¿no es el fanatismo la única fuerza de voluntad que poseen los débiles?
Lejos de todo ello, aquí se podrá encontrar todo lo que signifique intensidad y fuerza, que como tal puede sevir para regenerar un valor olvidado: "Esa bendita manía de estar en contra de todo"; ya que en el análisis de lo experimentado nos es preciso ser sinceros y decirque para "crear es necesario destruir".
Y esto, entendido en el ámbito de la vida y el undergrund, que por ser un ámbito que por excelencia está "ausente de ideologías" no es libre de ello.
Y por lo cual toda propuesta arbitraria de tentar algo nuevo se ve justificado en esa falta de sentido al que nos lleva nuestros olvidos...


Si hablamos a solicitud de términos concretos, podemos decir que empezamos a mediados del año 2006; cuando por iniciativa de quien suscribe, junté a un par de camaradas para traspasar unas ideas que tenía de  hace buen tiempo en maceración (el sueño de un compromiso no correspondido por fin podría ser exorcizado!!!!).
En un primer momento, el énfasis del estilo fue puesto en seguir una línea paralela al thrash old school, ya que desde ese entonces considerabamos que fue tal la cantidad de bandas y propuestas similares al estilo,  que, había, inevitablemente, caído en una moda. Por su puesto, salvando honrosas excepciones, nos imbuimos de grupos con los cuales habíamos asimilado el estilo. Llamese la sustanciosa dosis de Slayer, la contundencia de Pantera, Testament,  y el feeling thrashero de Kreator, Sodom, el Death metal de Morbid Angel, el feeling brasileño de Sepultura, sarcófago etc; tanto como grupos de la vena hard core crust, como discharge, Disrupt, Drop dead, Abstain, etc. Que amalgamados en la comunión de ideas, dieron fruto al 1º demo ("Apoteosis-Estertor") que sacamos a inicios del año 2008, el cual significó para nosotros un explosivo desengaño que trajo a replantearnos cuál era la finalidad exacta que se perseguía.
Esto, dio como consecuencia que los intereses de los miembros se vayan diluyendo, y que como todo proyecto, vino a traducirse en espacios vacios que dejaron los integrantes que al perseguir otro tipo de orientaciones ponían en peligro la consolidación de la idea inicial. Por la cual concebimos que si bien no se llegó a culminar, sería, bajo todas luces, una clara muestra de vergonzosa cobardía y humillante mediocridad dejar las cosas bajo la débil mirada de los apóstatas.
Pero que una vez analizado y asimilado bajo un retomar del recuerdo de la idea primigenia, se tradujo en un compromiso vigoroso que entre sueños, penumbras y la motivación de esa bendita manía de estar en contra de todo!!!, dio reinicio al proyecto, anteponiendo un nuevo enfoque, a los quehaceres musicales (creación y ensayos).
Es en este tramo que se logró grabar el 2º demo ("Vientos de Apostasía"), el cual vino a significar un reinicio y contundencia a la propuesta que traemos, y que lejos de ceñirse en lo estrictamente musical, abarcó una visión más contextualizada de nuestra situación.
En esto, hacemos especial mención a lo que significa hacer música en el ámbito del undergropund. PUesto que, dado el movimiento y las posibilidades de interacción mediática a través del internet, nos volvemos conscientes de que no necesariamente un proyecto que no aspira más que a ceñirse a lo estrictamente musical, vaya a dejar de lado la crítica inherente a toda visión descarnada de la vida.
En este punto, destacamos, por ejemplo, abarcar la temática nacional (o sudamericana si se quiere), de las cuestiones reinvindicativas de lo que somos y no podemos dejar de ser (entiendase con esto, cantar en castellano por ejemplo); tanto como las líricas, aunque no en un sentido de militancia -por lo estúpido que significa hablar de ideologías, sí en un sentido de destrucción por elevación, el que por lo demás encuentra en la música que hacemos un especial estímulo para nuevamente sentirnos comprometidos a seguir en lo mismo...
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